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Mostrando entradas de febrero, 2017

Mujer naturaleza

Lluevo.  Intensamente lluevo. Furiosa grito en cada trueno. Soy parte de la tierra más que nunca cuando lluevo.  Rompo el cielo en mil pedazos cuando trueno. Mi enojo se hace luz en cada rayo,  con la imponencia y la demencia de los dioses.  Luz imparable, eléctrica y vibrante. Y me hago pasto mojado  y flor que danza bajo el agua. Apago incendios de odio  e invado todo con cada gota de rencor. Soy la inundación dolorosa que echa todo a perder. Soy yo, soy naturaleza,  soy humana que destruye  y también mujer que procrea.

Visita inesperada

Dorada, bella, simple, reposada, hermosa y perfecta. Sus alas se posaron sobre mi cortina sus ganas la mantuvieron allí aferrada, como si su existencia dependiera de ello como si mi vida quedara pendiendo para siempre de sus alas. Alma querida que me visita me rondas sin alejarte, emprende la partida, quédate mariposa, vuela bajo para estar más cerca, sigue entre el cielo y la tierra  indecisa, indefinida, siempre viva.

My Valentine's list

El festejo del día de San Valentín me parece un absurdo, siendo que todos los días deberíamos (sí, tenemos la obligación) de festejar el amor. Por eso acá les dejo mi pequeña lista de cómo hacerlo. No es una receta única e infalible, es una lista personal que comparto porque es mi manera de  dar amor desde aquí. *Los besos espontáneos de los hijos  *Una mirada cómplice con los amigos de toda la vida *Hacer el amor en mitad de la madrugada *Compartir hasta los silencios *Emocionarse al leer un libro  *Gritar a viva voz el estribillo de una canción *Mojarse debajo de la lluvia *Volar con el viento *Hablar del amor *Ser amor *Dar amor *Sentir amor por el prójimo *Amarse mucho y fuerte a uno mismo *Respetar derechos *Cumplir obligaciones *Abrazar con la energía puesta en el otro: de mí hacia vos *Hacer que tu mascota sea parte de la familia *Transformar lo malo en positivo *Desear y dejar que nos persiga lo bueno *Contemplar el vuelo de una mariposa *Ver l

Música de lluvia

Lunes en todo el mundo. Lunes de verano, lluvioso, húmedo, pegajoso en Baires, hemisferio sur, Argentina, América Latina. El orden de los factores no altera el producto.     Empezar una jornada laboral un lunes lluvioso torna a los trabajos grises, de rutina gris, de expectativas chiquitas e insignificantes. Imparable la lluvia desde ayer, domingo, día depresivo por excelencia. En esta ciudad no soportamos muchos días sin sol. Me pregunto qué harán en otras ciudades nórdicas (Londres es la primera que se me ocurre) donde el sol sale poco, el frío acucia y aun así la vida sigue. De este lado del Universo a nosotros nos tira quedarnos en casa, haciendo nada, pensando en nuestros pensamientos más ocultos (oscuros, quizás). Nos vuelve huraños, nos pone de mal humor. Por eso me intriga el día a día de esos otros lugares tan lejanos. Por infinitas lecturas más o menos nos hacemos una idea de esos días aciagos, pero las vivimos a través de los personajes de las historias que leemos, pero

Deseos

Y había días en los que lo único que necesitaba era un beso, un solo beso dulce y simple de unos labios como los de #BenedictCumberbatch y nada más, nada más.

Mentiritas

— ¡Ja! Te lo dije. Ahí la tenés.       — ¿Qué cosa?       — Las mentiras, tus mentiras.       — ¿Qué mentiras?       — Esas que van ahí, están pasando cerca de tus pies, son chiquitas, minúsculas pero evidentes. Siempre te dije que las mentiras tienen patas cortas.

Los besos

Sí, los abrazos son geniales, pero los besos... ¡Ay, los besos!    Quien pudo sentir y ser besado desde pequeño sabe que pocas cosas transmiten tantas sensaciones como los besos.    Los besos de mi madre curaban heridas, cicatrizaban dolores. Besos tibios en la frente, de despedida hasta la vuelta del colegio, donde otro igual de tibio, me daba la bienvenida cada tarde. Los besos menos frecuentes de mi padre, más secos, más hoscos, de orgullo paterno, tal vez.    Ósculos adolescentes, tímidos primero, luego más pasionales. Esos besos que se creen los supremos besos, donde se nos va la vida y morimos de amor por ellos. Pero esos besos, en verdad saben poco de lo que verdaderamente pueden llegar a lograr ese contacto de dos bocas fundidas en una sola. Porque en algún momento llega “el beso”. Ese que derrite los corazones más fuertes. Los que te dicen: “saboreá estos labios, porque te arrepentirás si no lo hacés”. Boca con boca, lenguas entrelazadas con ese otro ser que casi no co